Me pasó con M. Night Shyamalan, lo consideré un genio en las primeras películas que hizo, como Sexto Sentido, Unbreakable o incluso Señales...después simplemente lo perdí, o lo perdimos. Comenzó a hacer películas muy regulares, con promesa de algo espectacular, pero que se quedaban en eso, en mera promesa y que al final te dejaban con mal sabor de boca; de hecho aún guardo la esperanza de que regrese y haga algo al nivel de las películas que menciono, pero mientras tanto mi atención se ha dirigido en un conacional que la está haciendo al parecer bien: Guillermo del Toro.
Este director originario de Guadalajara y que por diferencia de días no compartimos el mismo cumpleaños, ha realizado varias películas que hasta el momento nos han dejado con un relativo buen gusto y nos han hecho sentir orgullosos de que sea mexicano, pues no solo ha hecho cosas medianas, sino que las ha hecho a lo grande...y que me perdonen los Bichir o una Salma, que se quedaron en tibias actuaciones en el mundo de Hollywood. Cuaron, Del Toro y otros por el estilo, por su parte si han trascendido en el mundo del espectáculo.
Hoy quiero dedicarle unas líneas a este coterráneo que ha declarado ser fanático del cine de terror y fantástico y por ello ha logrado destacar bastante. Algunas de sus películas que todos conocemos: Hellboy (y ya prepara la tercera parte), Cronos (con la que debutó en México) y Mimic (con la que llamó la atención en Hollywood) y sin duda El laberinto del fauno que atrajo la atención de la crítica mundial.
Hoy por hoy Guillermo del Toro ha participado como productor ejecutivo de muchas películas que son éxitos taquilleros como El Origen de los Guardianes, Mama, El gato con botas, Kung Fu Panda, No temas a la oscuridad y El espinazo del diablo por citar unas cuantas.
Del Toro creció con su abuela en un mundo de fantasía, de fantasmas, de duendes y todo aquello le fue ayudando a formar una creatividad muy particular, pues si bien sus fuentes eran primariamente extranjeras, la vida con su abuela, le hacía ver algunas otras cosas como los famosos chaneques que son los duendes mexicanos y cosas así. Luego pasó mucho tiempo dedicado a desarrollar películas pequeñas para el entretenimiento de él y sus amigos, mientras estudiaba maquillaje con los grandes, como Dick Smith, que fuera el maquillista de El Exorcista. Esto también contribuyó a que su imaginación volara y lo llevara a la creación de personajes como el mismo fauno en El Laberinto del Fauno.
En alguna declaración señaló que el terror es algo que le ha fascinado desde niño -como a un servidor- pero que no le agradan las cosas diabólicas, sino un terror que tenga un poco de connotaciones del clásico cuento de fantasmas, que podemos ver claramente en la más reciente producción en la que participó: Mama.
Y es justo en este punto donde me hace preocuparme un poco, pues si bien Mama es una película que lleva una buena cadencia y mantiene un buen nivel de suspenso, el final resulta un poco chocante al ver un fantasma digno de cualquier película de El Santo (con el debido respeto que me merecen sus películas, pero que en la actualidad no se permiten cosas de baja calidad). Ese mismo fenómeno apareció con Shyamalan en Señales. La película tiene un muy buen nivel de contenido y cadencia, incluso cuando los extraterrestres aparecen en escena, ya sea en el reflejo de un vidrio o en la televisión, son sumamente perturbadores, pero cuando se manifiestan en todo el detalle pierde veracidad la película, nos defrauda, vemos el truco...ya no nos impacta. Así en Mama...el fantasma se sugiere en todo momento, creemos verlo, pero cuando ya aparece más de 5 minutos flotando en un barranco, me hace pensar que Del Toro pudiera caer en esa tentación de ser demasiado evidente.
Ojalá en películas similares que vengan de su mano, recupere el camino y recuerde un Espinazo del Diablo, un Cronos o un Laberinto para saber qué es lo que lo ha puesto en el spot
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